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AYSA: otro privilegio del área metropolitana

Publicado en Ambito.com el 24/6/22

AYSA, la empresa del Estado Nacional que brinda el servicio de agua potable y saneamiento en la Ciudad de Buenos Aires y los 26 partidos del conurbano, recibió del Tesoro nacional en 2021 casi 27.000 millones de pesos (unos u$s 280 millones al tipo de cambio mayorista) para enjugar sus pérdidas y más de $ 124.000 millones (u$s 1300 millones) para realizar obras de mantenimiento y expansión del servicio según la ejecución presupuestaria que publica el sitio de la Oficina Nacional de Presupuesto. Tarifas subsidiadas y ausencia de financiamiento explican esta situación. Los ingresos por el cobro de facturas, escuálidos como consecuencia de las bajas tarifas, cubrieron menos del 50 % de los gastos de operación que la empresa incurrió en 2021, unos $ 63000 millones.

El Estado nacional de este modo auxilia con cuantiosos recursos a AYSA que sirve a una pequeña región del país, 3363 km2 pero donde viven unos 15 millones de argentinos. El resto del país, provincias y municipios, debe en cambio mantener con sus propios recursos el servicio de agua potable y cloacas brindado por empresas públicas provinciales, empresas públicas municipales y un sinfín de cooperativas de alcance local. Y lo deben hacer con tarifas significativamente más altas porque a veces tienen mayores costos unitarios de prestación por la ausencia de economías de escala y, más importante, no tienen las transferencias del Estado nacional que permitan subsidiarlas como sí tiene AYSA. Las cooperativas que operan en los miles de pueblos y ciudades del país tienen que proveer con elevadas tarifas y una fuerte dependencia de los gobiernos provinciales y municipales para reponer equipos y cañerías. A veces sólo queda el recurso de peregrinar ante el gobernador o el intendente. Sigue leyendo

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Tarifas de Gas: Impacto del fallo de la Corte sobre el Indice de Precios

El fallo de la corte anulando el aumento de tarifas residenciales de gas trae aparejado también un resultado casi paradójico: la inflación será bastante menor como consecuencia de que el item “Gas por Red” acusará una baja de precios y atenuará la suba de los otros componentes, toda vez que las mediciones deberán usar las tarifas previas al controvertido aumento siguiendo las instrucciones del fallo de la Corte. La cuestión sin embargo es controvertida. Los precios que alimentan el Indice deben ser   aquellos existentes al momento del  relevamiento y con el conocimiento de los hechos disponibles en ese momento; por ello, el Indec sostiene que los índices no deben tocarse para atrás. La orden de la Corte retrotrayendo las tarifas a los valores anteriores entonces impactará en el Indice de Precios del Indec recién en el presente mes de Agosto, que es el momento en que el nuevo hecho aparece. O tal vez en septiembre. O en ambos en forma proporcional.

La inflación se mide por la variación que registra el Indice de Precios al Consumidor, un promedio de las variaciones de precios que experimentan un conjunto de bienes y servicios que adquieren los consumidores, el gas entre ellos. Por ello en Abril pasado, mes en que se computó el aumento en el precio del gas, los índices de precios pegaron un salto por efectos directos y también indirectos (v.g. aumentos de precios de los otros bienes y servicios derivados de aumentos de gas, electricidad, transporte, etc). Según el Indice de la Ciudad de Buenos Aires la inflación de Abril fue 6,5 % y medida en forma interanual del 40,5 %. Consecuencia, entre otras cosas, que el Gas había subido en promedio, según el mismo índice, un 183,7 % respecto del Mes de Marzo. Los otros índices reflejaron algo similar. Según la Provincia de Córdoba la inflación del mes  fue de 4,5 % y en términos interanuales 34,9 % como consecuencia, entre otras cosas, que el gas había subido de acuerdo al Indice 116 % respecto del mes anterior. Según el Indice de San Luis finalmente la inflación fue en abril 3,4 % y la suba interanual del 39,3 % impactada en gran medida por el aumento del gas medido por la repartición provincial: el rubro Combustibles para la Vivienda del propio Índice, que incluye el precio del gas en red, aumentó 164 % respecto del mes anterior. Sigue leyendo

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Tarifas de Gas: el efecto temperatura

La factura de gas de los usuarios residenciales no podrá ser mas de cinco veces la factura de igual período del año pasado en un nuevo intento del gobierno por resolver los conflictos generados por las nuevas tarifas de gas.  Antes de ello había intentado resolver la cuestión fijando un tope al precio del metro cúbico, no de la factura, que no podía subir mas del 400 %. Pero el aumento del precio mas el aumento del consumo generó valores astronómicos en algunos casos que fueron profusamente expuestos en los medios de comunicación. Sigue leyendo

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Gas: Las tarifas de la discordia

Las nuevas tarifas de gas fijadas a partir del 1 de Abril generaron controversias, intervención de la Justicia suspendiendo los aumentos e intervenciones del gobierno modificándolas. A los pocos días de su publicación en el Boletin Oficial y en presencia de planteos y reclamos innumerables el gobierno en efecto puso un límite al aumento, máximo 400 % de aumento en la tarifa (precio unitario del suministro en m3). Posteriormente sin embargo dispuso una nueva modificación visto nuevas intervenciones de instancias judiciales diversas,  persistencia de los reclamos y aumentos inverosímiles que difundían los usuarios a través de los medios. Modificó entonces aquél límite disponiendo que el aumento debía computarse en la factura (precio del m3 por la cantidad de m3 consumidos) y no en el precio unitario del m3. De este modo, la situación actual de acuerdo al gobierno es que las nuevas facturas no podrán superar el aumento del 400 % respecto de la factura de igual período del año anterior. ¿Cómo fueron los aumentos que dispararon el conflicto? Sigue leyendo

Las tarifas ponen presión al Indice de Precios de Buenos Aires

Las tarifas de varios servicios públicos tendrán importantes aumentos en la Ciudad de Buenos Aires y los partidos del conurbano bonaerense buscando reducir los elevados subsidios que benefician selectivamente a la región metropolitana del país. La magnitud del aumento en el servicio de colectivos, trenes y agua y cloacas agregará entonces varios puntos a la inflación de Abril medida por el Indice de Precios al Consumidor de la Ciudad de Buenos Aires (IPC- CABA). Pero este impacto se sentirá solamente en el área metropolitana ya que en el resto del país no habrá modificaciones, por caso el índice de San Luis. El aumento en las tarifas de gas y naftas en cambio tendrá alcance nacional impactando también en los diversos índices de precios que se elaboran en algunas provincias del país. Sigue leyendo

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Buenos Aires tiene también agua barata

El servicio de Agua y Saneamiento de la Capital Federal y los 17 partidos del Gran Buenos Aires brindado por AySA, que sirve a unos 10 millones de habitantes, demandó en los diez años que van desde su estatización en 2006 unos u$s 10000 millones, según las estimaciones que se pueden realizar a partir de la información publicada por la Contaduría General de la Nación. Pero los usuarios a través de las tarifas contribuyeron solamente con u$s 2000  millones. Fue el Tesoro nacional entonces el que aportó la diferencia para cubrir el déficit y asegurar el funcionamiento y las inversiones transfiriendo más de u$s 7000 millones. Como ocurre con el transporte colectivo o la electricidad, la región metropolitana tiene así tarifas muy baratas para el servicio de agua y saneamiento y es el Estado nacional quien responde por el déficit. El subsidio redondea unos u$s 70 por habitante por año. Claro que u$s 70 es un promedio y  como tal pasa por alto diferencias en el consumo de servicios y en los ingresos de los 10 millones de habitantes y, también, ignora los “merecimientos” de cada uno de ellos para ser subsidiado. Pero el subsidio lo otorga la Nación a los habitantes que viven en una parte del país, la región metropolitana de Buenos Aires y, entonces, los argentinos que viven en el resto del país tienen derecho a percibir un subsidio similar.Nueva imagen (1)

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Subsidios: equidad, información, consenso

Publicado en El Cronista del 18/11/15

Los subsidios son las transferencias que realiza el gobierno con el objeto de beneficiar a los consumidores o productores de bienes y servicios buscando complementar sus ingresos o reducir los costos. En la Argentina actual alcanzan una magnitud considerable aunque no existen estimaciones oficiales precisas. Y si bien hay un acuerdo generalizado en el sentido que deben beneficiar solamente a aquellos que los ‘merecen’, todos los intentos del gobierno para realizar una actualización sistemática de las tarifas, algo que se intentó por primera vez hace ya diez años, naufragaron y se quedaron a mitad de camino, jaqueados por los elevados costos políticos y la dificultad para identificar precisamente a aquellos que se los merecen.
Resulta difícil convencer a un universitario que estudia y trabaja que su factura de electricidad de 300 kwh bimestrales equivale en Capital Federal o Gran Buenos Aires a menos de medio kilo de asado. Sin subsidio pagará un kilo y medio. Y si al fin admite que ‘no es muy caro’, demandará acto seguido un aumento equivalente de su sueldo. Tampoco es sencillo convencer a un usuario de clase media-alta que la factura sin subsidio que Edenor o Edesur le pasa bimestralmente es barata aun costándole 6 o 7 kilos de asado. Ese es el estado de comprensión del problema. Es necesario entonces discutirlo y acordar una salida. Tal como está, el esquema de subsidios es inequitativo, voluminoso y no fomenta el ahorro de energía ni de los escasos dólares. Si el problema se comprende en su real dimensión el resto vendrá por añadidura. Y esto significa también que quienes lo merecen deben seguir pagando por 300 kwh bimestrales el equivalente a menos de medio kilo de asado.
¿Cuánto invierte el Estado Nacional en subsidios? El Poder Ejecutivo Nacional no lo ha cuantificado certeramente. Tampoco lo conoce con precisión el Congreso Nacional. La única estimación pública existente es la que mensualmente difunde la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), una organización civil que tiene acceso al Sistema Integrado de Información Financiera (SIDIF) de la Secretaría de Hacienda dependiente del Ministerio de Economía de la Nación. El SIDIF no está diseñado específicamente para determinar los subsidios y su estimación se debe realizar buceando sistemáticamente en la contabilidad pública aunque a veces sea necesario también utilizar la casuística, tratando de identificarlos cruzando categorías programáticas, partidas contables hasta su máximo nivel de desagregación y diversas aperturas del gasto diseñadas en el Manual de Clasificaciones Presupuestarias. Mensualmente, la ASAP elabora en base al SIDIF su Informe de Ejecución Presupuestaria de la Administración Pública Nacional. Definiendo a los ‘subsidios’ como las transferencias de carácter económico que realiza la Administración Nacional para financiar los gastos corrientes de Empresas Públicas, Fondos Fiduciarios y Empresas Privadas, ASAP consiguió identificar en los primeros nueve meses del año subsidios por $ 156.000 millones, de los cuales 62% son canalizados via dos empresas, Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA) y Energía Argentina S.A. (ENARSA) que incluyen entre otros los subsidios a la generación eléctrica y la compra de gas importado. ¿Es mucho o poco? Poco no es es. Aun admitiendo que se incluyen aquí todos, algo que aún debe demostrarse con contundencia, los subsidios representaron el año pasado la mitad de lo pagado en jubilaciones o nueve veces lo que destinó la ANSES para pagar la Asignación Universal por Hijo para Protección Social.

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Tarifas por la escalera. Precios por el ascensor

El retraso de las tarifas de los servicios públicos tiene ya una magnitud imposible de justificar; un desperdicio de recursos, no renovables muchos de ellos, rayano en la irracionalidad; un volumen de fondos muy difícil de financiar. Visto desde el lado de las empresas prestadoras, los aumentos de sus costos del 700 o 1000 % desde la convertibilidad frente a tarifas que aumentaron muy debajo, demandan recursos públicos para financiar el bache que crecen en forma casi explosiva. Sigue leyendo

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